En nuestra 3ª visita al laboratorio de Antropología continuamos estudiando las enfermedades mediante los huesos.
En primer lugar tuvimos que reconstruir un esqueleto e identificar el sexo, la edad y las enfermedades que éste padecía. Para hacerlo, nos enseñaron el orden y el nombre de las vértebras siendo las dos primeras cervicales ( de las cuales hay 7) Atlas y Axis, cuyo encaje permite la movilidad de la cabeza hacia los lados. Van de más grandes a más pequeñas siendo la séptima la más saliente.
Las dorsales son doce y pueden moverse unas sobre otras. Tienen articulación para las costillas y van de mayor a menor tamaño.
Las lumbares son 5, en ellas el conducto de la médula espinal se va haciendo más pequeño y a partir de la tercera ya no hay médula.
Por último, las sacras. Son cinco vértebras soldadas formando el sacro.
Con toda esta información reconstruimos su columna vertebral y además los brazos, encajando el Húmero con el cúbito y el radio y las piernas encajando el fémur (teniendo en cuenta que el cóndilo más grande es el interior para hacer equilibrio) con la tibia y el peroné.
El pie no lo reconstruimos, sin embargo, nos explicó algunas de sus partes como el Astrágalo el cual permite la movilidad del pie y el Calcáneo que forma el talón, ambos articulados. Formado tambíén el Tarso, el Metatarso y las tres falanges de cada dedo ( excepto el dedo gordo que sólo tiene la 1ª y 3ª).
Con la ayuda de las técnicas mencionadas en entradas anteriores identificamos el sexo: mujer
y la edad: unos ochenta años.
Realizados todos estos procedimientos pasamos a identificar las enfermedades que padecía.
En primer lugar tenía una fractura en el fémur la cual no estaba bien curada. La inmovilidad de la pierna en el momento de la fractura produjo la soldadura del fémur con la pelvis, además se introdujo la parte inferior del fémur en la superior, acortándolo. Estos dos factores produjeron que estuviera coja.
Además padecía Osteoporosis, enfermedad en la que se va perdiendo masa ósea lo que hace que el hueso sea más poroso y débil por lo que aparece menos denso especialmente en la columna vertebral cuyas vértebras adoptan una morfología bicóncava. Es propia de la edad y el hueso se destruye con mucha más facilidad.
Padecía también Artrosis, enfermedad degenerativa propia de la edad.
Con el paso del tiempo el cartílago que está entre los huesos se rompe y se pierde haciendo que roce hueso con hueso provocando un intenso dolor.
Después de analizar por completo el esqueleto nos llevaron a la Sala de Disección, en la cual había cuerpos para estudiar. Vimos el corazón con las arterias y venas, el aparato digestivo y el interior de un cráneo.
Nos pareció la mejor de todas las sesiones que hemos tenido hasta ahora. Nos encanta nuestro proyecto.
Ana y Mª Ángeles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario